El restaurante Casa Ana, esta situado en Cigüenza, que es una localidad del municipio de Villarcayo, en la provincia de Burgos, perteneciente a la comarca de Las Merindades. Casa Ana es uno de estos restaurantes que mantienen el encanto de aquellos restaurantes, a los que ibas cuando eras pequeño, con la incorporación de las nuevas tecnologías y adecuado a los tiempos actuales. Pero insisto, es como darte un paseo por los 70.

Esto es debido a Ana, y a su capacidad de seguir gestionando con mucho cariño, una casa de comidas realmente entrañable y acogedora. En la cocina todo pasa por las manos de Anamari, desde la recepción del producto hasta la elaboración de sus sabrosos embutidos. En su carta resaltan platos como sus famosas ensaladas de su huerta hasta morcilla, chorizo, lomo, chuletillas de cordero o chuletones de su propia ganadería. También elabora productos gastronómicos artesanales como morcillas, chorizos, lomos, etc.

El restaurante dispone de 2 comedores en el interior, y de una terraza en el exterior, que da acceso a los comedores interiores. En total, una capacidad de unos 110 comensales

La carta que tiene es muy tradicional, pero elaborada por productos km 0, y nunca mejor dicho, porque son de su propia huerta. Incluso la morcilla, chorizo, y otras viandas, también los elaboran ellos mismos.

Aquí tenemos una ración de chorizo y de morcilla.

Preparan ensalada normal y mixta, como la que vemos en la foto.

Sin duda, uno de sus platos estrella es el cordero asado. Lo he comido muchas veces, y siempre esta muy muy rico.

Por supuesto, las chuletillas de cordero, son otro lujo de su carta.

A sus clientes les gusta mucho, el pollo, el conejo y la costilla al ajillo.

Otro plato que impresiona mucho es el cachopo. Es realmente grande, sin duda hecho para grandes comedores.

Para los más conservadores tiene platos combinados, como este, de huevos con morcilla y patatas.

La oferta de pescados no es tan llamativa, pero tienen bacalao, lubina y rodaballo.

Los postres, son muy variados y sencillos.

Como os decía antes, el restaurante Casa Ana, es entrañable, por todo lo que representa, y sobre todo por la propia Ana, que es quien supervisa todo, apoyada eso si, por un buen equipo de colaboradores. A la hora de cobrar, olvidaros de las cajas registradoras, ordenadores o calculadoras. Es la propia Ana quien te calcula el precio de la comida, directamente sobre el mantel…………, lo que digo, absolutamente entrañable.

Solamente espero que podamos volver, como todos los años, a disfrutar de una rica comida, en un entorno muy acogedor, y además a buen precio.

Mi humilde reconocimiento, hacia una gran profesional. Mi más sincera enhorabuena ANAMARI.