El restaurante Casa Garras, situado en el centro de Karrantza, es sin duda el referente gastronómico de la zona del valle de Karrantza.

El Casa Garras, inició su andadura hace ya más de cuatro decadas, de la mano de la familia Llamosas. Empezaron Bernardino Lla­mosas, su mujer, Pilar Tejera, y su hijo José Mari, y con el paso del tiempo se sumó Natividad Orcasitas, su mujer. Posteriormente se unió el hijo de José Mari, Txema Llamosas, que se había formado en las cocinas del Azurmendi, con Eneko Atxa, Arzak y Bullí, donde aprendió mucho de lo que sabe, gracias a Ferrán Adriá.

Desde la llegada de Txema, en el restaurante tendrás dos opciones; optar por platos platos tradicionales de carnes y pescados, o inclinarte por la parte más creativa y vanguardista. Eso sí, sus platos se basan en productos de primerísima calidad y de kilometro 0, ya que la riqueza de productos que da el valle de Karrantza es una maravilla, incluida la carne de sus propias vacas.

Desde el 2020 poseen 1 Sol de la Guia Repsol.

Al restaurante tiene dos accesos, y los 2 según entras, te encuentras dentro del bar, pero es un lado el que trabajan a diario, y el otro, cuando tienen algún evento. La barra del bar de diario, tienen tortillas y pintxos. Enseguida te das cuenta que al tema de vino le muestran mucha atención, ya que si no recuerdo mal tienen 4 vinotecas de grandes dimensiones, repartidas entre los bares de la planta baja y los comedores, que se hayan en la primera planta.

La carne es uno de los pilares fundamentales del Casa Garras, no en vano está considerado como un restaurante que ofrece uno de los mejores Txuletones de Bizkaia. Y en su caso tiene muchísimo mérito, ya que ellos tienen sus propias vacas.

La carta es muy variada, y en ella vamos a encontrar platos tradicionales, que se mezclan con otros elaborados, que están realmente equilibrados y lo más importante, muy sabrosos.

Podemos empezar con unas Croquetas caseras de jamón ibérico y una buena cecina.

Buenas almejas a la sartén, y una sabrosa y divertida ensalada templada de bacalao.

Ofrecen también un buen Pulpo asado sobre tomate confitado, espuma de patata y mayonesa de miel. Un plato que me gustó mucho, es la cigala rellena y caldo de marisco.

Otro plato bien elaborado es, la Yema de huevo de caserío con crema carbonara, papada de cerdo y ralladura de queso Idiazabal de Karrantza.

Un plato que combina perfectamente lo tradicional, con los toques modernos es, el Chipirón relleno del guiso de sus patas, sobre ali-oli y espuma de su tinta.

En pescados, manejan casi siempre la merluza, el rape, y el bacalao. No obstante siempre tendran alguna pieza de temporada, o según mercado.

El plato estrella en Garras es sin duda la carne. En chuleta, la opción es la Chuleta de vaca pinta y vaca pinta premium con patatas fritas y pimientos.

El Solomillo de vaca de Karrantza con milhojas de patata y espuma de boletus.

En postres, hay una gran variedad de postres caseros. En este caso una Tarta de queso casera con strausser de galleta, frambuesa y helado.

Tarta de manzana casera con helado, o una Crème brûlée caramelizada con frutos rojos, helado de queso y sorbete de fresa.

Llevaba mucho tiempo queriendo ir a comer al Garras, y sin duda que la espera, ha merecido la pena. Comida de calidad, muy bien tratada y con unos toques de creatividad, realmente interesantes.

Zorionak familia Llamosas, Zorionak GARRAS.