El restaurante Eneperi se encuentra en un lugar privilegiado, el corazón del biotopo protegido de San Juan de Gaztelugatxe. Este tramo de la costa de Bizkaia comprendido desde Bakio al cabo de Matxitxako, ofrece uno de los mejores paisajes de la zona, incluyendo Gaztelugatxe y el islote de Akatz.

Historia y vanguardia se funden en un caserío del año 1816 que cuenta con un restaurante, una cervecera, un bar con pintxos, un museo y zonas ajardinadas exteriores.

Se dice que el origen de la palabra Eneperi proviene de la unión de los términos “Ene”, abreviatura de “Doniene” (San Juan) y “Peri”, abreviación de Feria, es decir “Feria de San Juan”. Este nombre vislumbra la esencia de Eneperi como punto de encuentro y celebración a lo largo del tiempo.

El comedor principal se ubica en lo que hace años eran las cuadras de los animales, aquí podemos apreciar la calidez de su centenaria estructura de piedra y madera.

Nada más entrar en el bar del caserío te das cuenta que aquí se vive la gastronomía, ya que tienen una barra de pintxos absolutamente deliciosa. Desde tortillas, sandwiches de diferentes tipos, bocaditos de bonito, salmón, jamón, etc.

La carta está muy equilibrada con propuestas de marisco y productos de temporada, hasta platos más elaborados. Aquí tenemos el Mi-cuit de pato, unas ricas Almejas a la plancha o unos pimientos verdes de la zona de Bakio, espectaculares.

Más platos para abrir boca, como las distintas ensaladas de txangurro y bacalao, bogavante o langosta. Unos ricos Bombones de langosta rellenos de crema de nécoras con muselina de Módena y los Txipirones y vieras a la plancha con crujientes de tinta.

En pescados, destacan con su buena brasa donde preparan desde rape, hasta besugo o rodaballo, siempre dependiendo de mercado. Y otras ricas preparaciones de pescado.

Las propuestas de carne son variadas y francamente atractivas, como el Magret de pato braseado con compota de manzana y ciruela. Buenos Solomillos de ganado mayor a la brasa y Solomillo tournedo con foie fresco y tosta crujiente de pan.

Ricas Carrilleras de ibérico estofadas con tosta de patata y bacon sobre salsa de Idiazabal o un buen Chuletón de ganado mayor a la brasa de carbón de encina.

Los postres siguen en la misma línea de notable muy alto, caseros y muy apetecibles, tenemos helados variados, o los Choco-sandwiches con helado de zanahoria y su riquísima Leche de oveja cuajada con frutos secos a la miel y helado de avellana.

El espectacular Helado de queso con nueces y tejas de Idiazabal.

Desde que fuí la primera vez, han pasado muchos años que han aprovechado para hacer mejoras en el caserío, incluso implementandolo con un servicio de cervecera donde comer pollo asado con distintas raciones, etc.

En definitiva sigue siendo un referente gastronómico muy importante en la zona de Bakio y Bermeo, así que si vais a pasar por aquí ya sabéis que es visita obligada.