El restaurante Fuego Argentino, ubicado en el precioso pueblo de Bakio, lleva poco tiempo abierto, pero las sensaciones que tienes aquí, son realmente buenas. El equipo de trabajo es muy joven, pero a su vez muy profesional, ya que te atienden con seguridad, dando buenas explicaciones de lo que vas a comer, y además lo hacen con mucha cercanía, con lo que te hacen sentir, francamente a gusto.

Muy bonito decorado, con una luz suave y cálida, muy acogedora. Entramos dejando la barra del bar a nuestra izquierda, y en seguida se nos va la mirada al centro del comedor, donde tienen colocada la brasa, con los diferentes tipos de carne que nos van a ofrecer.

Muy llamativa, ya que aquí nunca hemos visto nada igual, con este estilo y forma de asar, en el interior de un comedor, y lo más importante es que no hay nada de humo, además de lo espectacular que es.

El comedor goza de muy buenos ventanales, con una decoración sencilla y muy cómoda.

La bodega ocupa una parte muy importante del comedor, y en ella podemos ver las muchas referencias de vino argentino, que tienen. De aquí la importancia que le dan a comer, comida argentina, y maridada con su producto local. Realmente interesante, aunque creo que el maridaje aún lo tienen que mejorar, un poco.

El servicio y atención es muy bueno. Profesional y muy cercano a la vez, cuidando hasta los más mínimos detalles.

Empezamos con una empanada y un pintxo de berenjena en escabeche. La verdad que rico y sobre todo diferente, pero a eso fuimos. A divertirnos con algo distinto.

El siguiente plato era molleja, pero se les acabó y en su lugar nos dieron un tipo de carne diferente, con una ensalada de rúcula y parmesano que encajaba perfectamente.

Seguimos con chorizo criollo, tierno, jugoso y de mucho sabor, acompañado de salsa criolla y chimichurri.

Continuamos con falda, que en este caso iba acompañada de ensalada de papa y huevo.

Colita de cuadril, con verduras asadas.

Para acabar comimos un costillar asado, que era una delicia, sobre todo la parte más pegada al hueso. Iba acompañada por una ensalada Waldorf.

Acabamos con un panqueque (tortita), de dulce de leche, que estaba buenísimo.

Una experiencia nueva, por lo menos para mi, y absolutamente recomendable. Con un equipo de trabajo, joven, y a la vez muy bien preparado, un entorno y comedor muy agradable y cómodo. Y lo más importante, con una carne con cortes diferentes, y a pesar de estar bastante hecha (aquí estamos acostumbrados a la carne poco hecha), estaban todos los platos muy jugosos y ricos.

Si os gusta la carne, os lo recomiendo, porque lo hacen a la manera argentina, y los argentinos saben mucho de carnes.

Recordad, está en Basigoko Bide Nagusia, 134 – 48130 Bakio.

ZORIONAK FUEGO ARGENTINO