La Máquina de Lugones, con 100 años de historia, es un referente hoy en día tanto para los asturianos como para los viajeros que pasan por esta precios tierra. La historia de este establecimiento es larga. Ramón González y María García estuvieron al frente de él desde 1947 y, casi 20 años más tarde, en el 63, tomó el relevo su hijo Ramón (Monchu para los amigos) reduciendo la carta básicamente a sus dos recetas estrella: la fabada y el arroz con leche.

La máquina de Lugones, mantiene su fama año tras año, gracias a las magnificas fabes que se dan en la zona de Lugones. Al prepararlas con su compango, compuesto por chorizo y morcilla ahumado y lacón, hace que engorde un poco el caldo, quedando unas fabadas ricas de verdad.

Personalmente hace más de 30 años que pasé por allí por primera vez, y la última hace un mes, y el nivel de satisfacción sigue siendo el mismo. Por cierto, a quien le guste el arroz con leche, aquí lo preparan de maravilla.

Es fácil llegar, y es difícil que te equivoques de lugar, ya que tiene una máquina de tren en su exterior. Disponen de un amplio parking.

Según entras, te encuentras con el bar, repleto de referencias a máquinas de tren, tanto en cuadros, como en maquetas.

Aquí detrás de la barra, podemos ver maquetas de diferentes máquinas ferroviarias.

Del bar pasamos al comedor, que mantiene la misma decoración de hace años, como si por aquí no hubiera pasado el tiempo.

Como os decía antes, aquí tienes que venir a comer su fabada con el compango, y su arroz con leche.

El arroz con leche, con el azúcar de la superficie caramelizado, es famoso en toda Asturias.

Si venís a Oviedo, y os apetece un rico plato de fabes, os recomiendo pasar por La Máquina. Que aunque está en Lugones, lo tenéis a sólo 5 minutos de Oviedo.