El restaurante Pedro Martino lleva el nombre de su dueño y cocinero, Pedro Martino Gonzalez. Está situado en Caces, pueblito a escasos 10 minutos de Oviedo, y se encuentra justo sobre del río Nalón. Con unas vistas realmente preciosas.

En la entrada del restaurante, pedro tiene su propio huerto, con una buena cantidad de diferentes plantas, que después utiliza en sus numerosos platos.

Tiene un par de menús, o bien puedes escoger la carta. Nosotros nos decantamos por el menú “Orígenes”, donde Pedro recorre todo el territorio asturiano y sus orígenes, llevándonos de viaje por los diferentes pueblos y concejos de Asturias y los productos característicos, de cada zona.

Os aseguro que el viaje es realmente excepcional, y sólo por ello ya se merece un premio al amor que siente por su tierra, y que tan bien lo traslada a unos platos realmente maravillosos. Un menú donde reconoces a Asturias por todos los lados, y siempre con una mano y una sutileza, realmente admirable.

Nos encontraremos con el pitu, con la sidra, con sus ovejas autóctonas, con sus quesos y avellanos, con sus ríos, en definitiva con ASTURIAS.

Empezamos nuestro viaje con una sidra de castaña, realmente interesante.

Seguimos con el plato Casa Gervasio, en homenaje y memoria de la famosa sidrería ovetense, ya desaparecida. Me pareció, simplemente, genial, ya que tratándose de una penca de acelga, sabía exactamente igual que la sencilla ensalada de iceberg, aliñada con ajo, e impregnada, casi cocinada, por la acidez del vinagre, con una textura crujiente, que si cerrabas los ojos, parecería que estas con Basilio en Casa Gervasio. Como digo, un plato brillante.

Arroz con llámpares, potencia y sabor a mar.

El premiado Coulant de cocido astur. Ganador hace unos años, del campeonato de España de pintxos en Valladolid.

Caldo de pote, con berza crujiente, perlas de vinagre de sidra y morcilla ……….. extraordinario.

Otro plato realmente fantástico es el llamado, simplemente Asturias. Consiste en una untuosa crema de queso gamoneu, recubierto con berza liofilizada.

Verdinas verdes con butiello, suaves, melosas, con un punto perfecto de cocción. El butiello es un embutido típico del suroccidente de Asturias, compuesto de espinazo de cerdo ahumado y adobado solo con pimentón, ajo y sal.

Más evocaciones a Asturias y sus referentes, en este caso las ovejas, y más concretamente a la oveja Xalda, autóctona del Principado de Asturias. Así que el plato se llama Lana Xalda.

Comprobamos la suavidad de la lana de esta oveja, y abriendo el plato, pasamos a probar otro potentísimo sabor.

El plato Besu del Cantábrico, otra referencia a la mar que baña Asturias, con una potencia de sabor, una vez más, sobresaliente.

Cebolla rellena de bonito y yema líquida. Destapamos la caperuza en forma de cucurucho de yuca, crujiente, y nos encontramos un guiso de bonito con yema de huevo. Otro plato exquisito.

Continuamos con el plato llamado Garabuxada. Evocación a los abundantes ríos astures, que van a dar al mar, arrastrando palos, que son los trozos de pan en forma de palo que cubren el plato, y se encuentran con los pescados que nos da el mar, y que conforman este brillante plato, con cococha de merluza, cabra y raya, con un caldo con un toque de limón, que le dan al plato un punto ácido, realmente espectacular.

Aquí Menazuela del Eo. Otra evocación a Asturias y más concretamente al concejo del Eo – Navia, y sus pollos, ya que se trata de molleja de pollo.

Hasta aquí la degustación de lo mejor de Asturias, y ahora seguimos con los postres, empezando por Natas con ablanes de romería. Inspirada en la zona de Mieres y sus avellanos, y por supuesto a sus romerías.

Calabaza de Tiós con leche fresca. En este plato nos vamos hasta el concejo de Lena, y más en concreto al pueblito de Tiós, cuna de la calabaza de Asturias. Un postre soberbio.

Este postre se llama Cantelo. He de reconocer, que he tenido que echar mano de google, para saber, que Cantelo es una rosca, típica de la Semana Santa de la zona occidental de Asturias.

Terminamos con la Marañuela. Las Marañuelas son unas galletas secas que los marineros se llevaban en sus viajes y que aguantaban hasta meses. Son típicas de Luanco y Candás, una vez más, dos pueblos asturianos. En este postre, Pedro da su propia versión de marañuelas, creando una crema de marañuela cubierta por las mismas desmigadas.

Finalizamos con unas pequeñas locuras astures.

A estas alturas de mi vida, no es fácil sorprenderme, pero he de reconocer que el restaurante “Pedro Martino”, es el que más me ha gustado y más me ha sorprendido a lo largo de este año 2023.

El amor a Asturias y a sus productos, y lo bien que lo transmite a sus platos, hace que hagas un viaje por Asturias francamente encantador, y sobre todo suculento.

Poco más puedo decir de un maestro como Pedro, que ya a ostentado una estrella Michelin. Pero si voy a deciros algo más……, por suerte he visitado decenas de restaurantes con una estrella Michelin, y os aseguro que el restaurante Pedro Martino, está por encima de todos ellos, por eso creo que sin duda es firme candidato a volver a poseer ese honor. Sin embargo, también creo que si recibe una estrella Michelin, no deberían tardar mucho en darle la segunda estrella.

Mis felicitaciones a Pedro y su equipo, que nos han hecho sentir como en casa, con una gran profesionalidad y cariño.

ENHORABUENA PEDRO MARTINO