La salsa Bizkaina es una salsa muy versátil empleada en la gastronomía vasca. Se emplea generalmente en la preparación de pescados, la mayoría de las veces bacalao.
Preparamos los ingredientes. Picamos las cebollas en juliana y por otro lado lavamos los pimientos choriceros y les quitamos las pepitas.
En una sartèn caliente con una cucharada de aceite, echo la cebolla roja cortada en juliana, y dejo que se vaya pochando.
Cuando esté un poco pochada, unos 25 minutos (depende del fuego que le deis), seguido echo directamente los pimientos choriceros ya lavados. Dejo que se siga haciendo todo junto durante unos 35 minutos, para que se hidrate bien el pimiento, y voy añadiendo agua a medida que me lo pida.
Pasado la hora aproximadamente, paso mucho con la batidora y seguido lo cuelo, desechando de esta manera la piel del pimiento, y quedando una salsa muy suave.
También se puede hacer hidratando mucho los pimientos para sacarles sólo la pulpa y descartar antes la piel. Aunque como os digo, yo prefiero con piel, ya que dará más sabor a la salsa.
Ver cómo queda la piel en el colador, y así descartarla.
Una vez colada la salsa, le damos el punto de sal y de espesor. Si queda ligera la ponemos más tiempo al fuego, para que se vaya evaporando el agua y así dejarla con el punto de densidad que queráis.
A disfrutar.
Ingredients
Directions
Preparamos los ingredientes. Picamos las cebollas en juliana y por otro lado lavamos los pimientos choriceros y les quitamos las pepitas.
En una sartèn caliente con una cucharada de aceite, echo la cebolla roja cortada en juliana, y dejo que se vaya pochando.
Cuando esté un poco pochada, unos 25 minutos (depende del fuego que le deis), seguido echo directamente los pimientos choriceros ya lavados. Dejo que se siga haciendo todo junto durante unos 35 minutos, para que se hidrate bien el pimiento, y voy añadiendo agua a medida que me lo pida.
Pasado la hora aproximadamente, paso mucho con la batidora y seguido lo cuelo, desechando de esta manera la piel del pimiento, y quedando una salsa muy suave.
También se puede hacer hidratando mucho los pimientos para sacarles sólo la pulpa y descartar antes la piel. Aunque como os digo, yo prefiero con piel, ya que dará más sabor a la salsa.
Ver cómo queda la piel en el colador, y así descartarla.
Una vez colada la salsa, le damos el punto de sal y de espesor. Si queda ligera la ponemos más tiempo al fuego, para que se vaya evaporando el agua y así dejarla con el punto de densidad que queráis.
A disfrutar.
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