Para mi el restaurante Zuberoa es como la Capilla Sixtina de la gastronomía vasca, donde Hilario Arbelaitz es nuestro Miguel Angel. Junto a Hilario se debe destacar la presencia de su hermano y mano derecha, Eusebio, que junto con su mujer Arantxa conducen magistralmente el equipo para que todo resulte armonioso, y se pueda disfrutar de un ambiente cálido y acogedor.
He tenido la suerte de comer en el Zuberoa unas 8 o 9 veces y siempre he salido con una sonrisa de oreja a oreja, que no se me quitaba ni en 2 semanas.
Desde que entras hasta que te vas, te atienden con un gusto y cariño exquisito, y esto es fundamental, para poder disfrutar de una cocina y unos platos realmente de lujo. El restaurante se encuentra en el caserío más antiguo de Oiartzun, y sus paredes han sido testigo fiel del paso de más seiscientos años. En él podemos encontrar una exquisita decoración, tanto en su sala principal, comedores privados y terraza.
Zuberoa es un restaurante que sigue su propia filosofía, trabajando de una manera excepcional la mejor materia prima creando una forma de expresar los mejores platos de cada temporada. Su cocina que en un principio fue tradicional, actualmente es una cocina moderna que recuerda las raíces de la cocina vasca.
La carta la adaptan a la temporada, por tanto nunca te aburres, pero tienen platos que siempre estarán, como el Foie-gras salteado en caldo de garbanzos, berza y panes fritos, que es realmente mítico. Puedes encontrar, un Risotto de trufas y foie-gras con salsa de pichón asado, o unos Raviolis de cigala al fumet de trufas.
Un rico Bogavante asado con raviolis, o unas ricas Cigalas crujientes, tocineta ahumada, espárragos verdes y berza trufada.
En pescados, la merluza, lubina o bacalao son preparados de manera magistral, con unos sabores puros de cada pescado, combinados con la sutileza de sus salsas.
Con las carnes seguimos en la misma línea, donde vamos a encontrar desde un cochinillo confitado, puré de patata y compota de frutas al comino, a un rico solomillo o un buen plato de caza de temporada.
Los postres son un verdadero pecado, realmente buenos. Entre otros tenemos una rica torrija asada, helado de manzana y canela. Una tarta fina de manzana, helado de vainilla y mucho más.
Sin duda Hilario Arbelaitz ha sido y es uno de los grandes creadores de la nueva gastronomía vasca, por tanto hay mucho que agradecerle.
Una verdadera gozada y una experiencia inolvidable el poder ir a comer a un GRANDE como el restaurante ZUBEROA.
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