La rosquilla es un dulce frito u horneado hecho con distintos tipos de masa, desde una masa más o menos esponjosa hasta masa hojaldradas. Tiene forma toroide, es decir, forma de rosca, de ahí su nombre
Preparamos los ingredientes.
La receta nos da unas 50 rosquillas, por lo que no adjunto para cuantas personas es, ya que hay algunos más golosos que otros, jejejejejeeeee.
Mezclamos todos los ingredientes, hasta encontrar una textura de la masa, donde no se nos pegue en las manos. Para ello iremos añadiendo harina en pequeñas cantidades.
Cojo un trozo de masa y sobre una superficie limpia y lisa, la voy enrollando, hasta hacer un cilindro alargado de unos 15 cm.
Doblo sobre si mismo el trozo ya alargado para hacer la rosquilla, y las voy colocando sobre papel de hornear, para que no se peguen, y así sea fácil cogerlas para freír.
En total con estas cantidades, vienen a salir unas 50 rosquillas.
Pongo un cazo con abundante aceite de girasol (no uséis de oliva, ya que daría mucho sabor a aceite, y no nos interesa). Cuando esté caliente, pero que no hierva ni eche humo, las voy metiendo.
Cuando veamos que la rosquilla empieza a coger color por arriba, las voy dando la vuelta. Siempre de una a una.
En poco rato, un minuto o menos, ya las tendré hechas.
Las saco a un papel absorbente, para quitar el aceite sobrante.
En un bol preparo la mezcla de azúcar molido y canela.
Me ayudo de un colador de doble filtro para espolvorear la mezcla sobre las rosquillas.
Listas para comer.
Ingredients
Directions
Preparamos los ingredientes.
La receta nos da unas 50 rosquillas, por lo que no adjunto para cuantas personas es, ya que hay algunos más golosos que otros, jejejejejeeeee.
Mezclamos todos los ingredientes, hasta encontrar una textura de la masa, donde no se nos pegue en las manos. Para ello iremos añadiendo harina en pequeñas cantidades.
Cojo un trozo de masa y sobre una superficie limpia y lisa, la voy enrollando, hasta hacer un cilindro alargado de unos 15 cm.
Doblo sobre si mismo el trozo ya alargado para hacer la rosquilla, y las voy colocando sobre papel de hornear, para que no se peguen, y así sea fácil cogerlas para freír.
En total con estas cantidades, vienen a salir unas 50 rosquillas.
Pongo un cazo con abundante aceite de girasol (no uséis de oliva, ya que daría mucho sabor a aceite, y no nos interesa). Cuando esté caliente, pero que no hierva ni eche humo, las voy metiendo.
Cuando veamos que la rosquilla empieza a coger color por arriba, las voy dando la vuelta. Siempre de una a una.
En poco rato, un minuto o menos, ya las tendré hechas.
Las saco a un papel absorbente, para quitar el aceite sobrante.
En un bol preparo la mezcla de azúcar molido y canela.
Me ayudo de un colador de doble filtro para espolvorear la mezcla sobre las rosquillas.
Listas para comer.
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