A la hora de abrir una botella de cava o champagne, la mayoría de las veces nos volvemos locos y con frecuencia, la podemos liar parda. Queda perfectamente definido en este caso, que más vale, maña, que fuerza.

Sin embargo es muy sencillo, tal y como nos cuenta Xabier Monclus, de La Terraza de la Huertona.