La croqueta es una porción de masa hecha con diversos ingredientes. Ligada con bechamel, se reboza en huevo y pan rallado y, por último, se fríe en aceite abundante. Suele tener forma redonda u ovalada.
Preparamos los ingredientes fundamentales.
Si el chorizo que elegís es casero, y de buena calidad, más ricas os saldrán las croquetas.
Hay quien fríe el chorizo y reserva troceado. Hay quien lo corta en trozos pequeños y ya lo mezcla con la bechamel.
A mi me gusta que no hayan trozos sueltos y que además la masa quede suave y de color rojizo. La hago troceando el chorizo y mezclándolo, con la batidora, con unos 150 ml. de leche.
Esta mezcla la trituro muy bien con la batidora, y la reservo, para que al final la propia bechamel sea de chorizo, y no bechamel normal con trozos de chorizo, que no es ni parecido, hacerme caso.
Empiezo la bechamel con la mantequilla.
Cuando la tenga ya diluida y se esté haciendo, añado la harina.
Revuelvo muy bien durante un minuto o dos, ya que la harina se tiene que cocinar.
Pasado este tiempo, voy añadiendo la leche, sin parar de revolver. Vamos a ver que va cogiendo espesor nuestra masa.
Si la leche es entera, quedaran más sedosas.
Añado la mezcla de leche y chorizo triturado, sin dejar de remover.
Finalmente añado un poco de nata, que le dará una untuosidad muy agradable, y le doy el punto de sal (poca en este caso, ya que el chorizo ya es salado).
Cuando ya tengo hecha la mezcla, la pongo en un recipiente, para seguido cubrirla con papel film. Y dejo que la mezcla se enfríe, o bien, como en mi caso, una vez fría, la metí en la nevera, para poder hacerlas al día siguiente.
Con la masa fría, puedo manipularla mejor, para hacer las croquetas. A mi me gusta hacerlas con forma redondeada, pero podéis dar la forma que os guste más.
Un secreto, para hacer mejor las bolas, y para que no se os pegue la masa, es untaros las manos con un poco de aceite de oliva, y ya veréis que rápido y bien os salen.
Nos preparamos para freírlas.
Para ello preparo las croquetas y las paso por harina, huevos batidos y pan rayado. Siempre en este orden.
El aceite de la sartén debe estar caliente, pero que no eche humo, ya que en lugar de dorar las croquetas, las quemaríamos y además se nos abrirían.
Las sacamos de la sartén y para quitar el aceite sobrante, las dejo sobre un plato con papel absorbente.
Y ya las tenemos. Os aseguro que quedan magníficas.
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