El restaurante Garena, esta ubicado en un caserío del s. XVII, situado en el Barrio Iturriotz de Dima. En plena naturaleza y rodeado de sus propios viñedos, lo que nos deja una imagen realmente bucólica.
Al restaurante entramos por el bar y terraza, donde los fines de semana y festivos, puedes disfrutar de raciones y platos más informales, pero hechos manteniendo la esencia de cocina creativa vasca. Tiene 2 comedores, el comedor principal en la 1ª planta y otro en el piso superior.

El chef Julen Baz trabaja una carta vasca tradicional y creativa, donde no faltan los platos a la brasa. Tienen un gran menú degustación llamado Geroa, al cual, ellos mismos lo califican, como un viaje gastronómico en el tiempo, que recorre 500 años de nuestra historia. Tienen también un menú de mercado (laborables al mediodía), donde te ofrecen los mejores productos de temporada y de cercanía, o km 0.

Como decía anteriormente, entramos por la terraza y el bar.

Tienen unos expositores, donde podemos ver los productos de la zona, con los que trabajan. Y su propio txakoli, el “Garena” y el “Geroa”, que los ofrecen a muy buen precio.

Aquí estamos en el comedor principal.

Como os decía, aquí los productos son de temporada y km 0, con lo que la carta o los diferentes menús, los modifican casi de forma semanal. Nosotros comenzamos con una sopa de manzana dulce y crujiente de salmón con mayonesa de salmón y sus huevas.

Combinan muy bien lo tradicional con lo clásico, en este caso un trampantojo de carbón, cuando en realidad se trataba de un foie genial.

Nosotros, quisimos probar un poco de todo, aquí podéis ver el foie-carbón, acompañado de unas tradicionales croquetas de jamón, y un steak tartar de Betizu.

Steak tartar de Betizu.

Setas de temporada con huevo de Etxauri.

Para comerlo, la recomendación es mezclar todos los ingredientes. Realmente rico

Boletus, huevo de Etxauri y patata.

El pescado del día, que elegimos fue una ventresca de bonito, que estaba exquisita.

Otros pescados, como la merluza a la brasa, o un rico rodaballo.

Las carnes, también las van cambiando, pero recordar que manejan muy bien la brasa.

Con los postres, mantienen la misma línea, entre creatividad y tradición.

La bodega que tienen, merece un tratamiento especial, o más que su bodega, Miguel, su Sumiller. El trato, cariño y devoción que pone en la búsqueda del vino que mejor encaje a tu menú, es excepcional. Personalmente, aprendí mucho, de un joven con un gran conocimiento, pero que te lo transmite, con tanto entusiasmo, que te contagia de su saber, haciéndote pasar unos momentos, increíbles.

Aquí tenemos el equipo al completo, con su primera estrella Michelin.

El Garena, reúne todo para conseguir el éxito que ya tienen. Productos de primera, una cocina genial, una gran bodega, y algo muy importante, un servicio que atiende de forma muy profesional y cercana. Así que el resultado de sumar todos estos factores, nos lleva a disfrutar de unas experiencias y sensaciones, realmente geniales.

Enhorabuena Garena, ZORIONAK GARENA.