El Asador Bedua, ubicado en Zumaia, comenzó a andar hace ya cuatro generaciones, cuando sus antepasados ofrecían tortilla de patata y pimientos verdes de su huerto. Hoy es una de la mejores parrillas del País Vasco y en su brasas se cocina chuleta, pescados y mariscos a la parrilla junto con los productos de temporada de la propia huerta. además de una selecta bodega de vinos.

El restaurante cuenta con una huerta propia ubicada sobre una isla con acceso mediante un puente romano, donde se cultivan diversos productos (dependiendo de la temporada) que luego se servirán en la mesa. Todos los días, el propio Jose Mari junto a su mujer e hijo, se encargan de mimar las lechugas, pimientos, tomates….

El Bedua cuenta con una terraza climatizada para unos 100 comensales, desde donde puedes disfrutar de la comida a pie del río Urola con vistas a la huerta bajo la sombra de unos arboles.

Tiene una terraza al aire libre, que es una gozada.

Por supuesto un amplio comedor interior con capacidad para 120 personas. Que como anécdota diré que es aquí donde se rodaron las escenas de ocho apellidos vascos.

Una vez que os he hablado del restaurante y su entorno, hablemos de su comida. Está considerado como uno de los mejores asadores de Euskadi, y sin embargo voy a empezar por otros platos, que no dependen de la brasa, como su ansiada tortilla de patatas, todo el que pasa por allí la prueba. O sus croquetas, por supuesto las distintas ensaladas, su verdura de temporada o esas colas de cigala rebozadas que son un verdadero placer para el paladar.

El marisco está muy bien representado en esta casa, desde las ostras, a los camarones, pasando por buenos percebes y buen bogavante a la plancha o en ensalada.

Si algo distingue al Bedua es su brasa, donde preparan unos frescos y fantásticos pescados recién llegados del puerto. Donde tendrás desde rodaballo, cogote, lubina, dorada etc, todo ello a la parrilla.

En el caso de la carne es distinto, ya que lo único que suelen poner es el chuleton a la brasa, eso si, buenísimo y hecho de forma magistral.

Los postres también merecen una mención especial, ya que son sumamente deliciosos.

El asador Bedua, a diferencia de otros restaurantes, sólo lo he podido visitar un par de veces, y os aseguro que estoy deseando volver.